Amor virtual, una cosecha de
buenos físicos, donde lo que predomina es el click al machismo o feminismo, uno
concentra el foco en unas curvas o pectorales al mejor estilo película
pochoclera. El amor virtual es así, comienza con una variada de gustos, que no
se si son ciertos y venta de cualidades.
Una vidriera de buenas
intenciones, donde la mejor foto o quizás la más aventurera es la que gana,
recuerdo que fui cómplice de eso, tenia fotos rusticas sin mucho para destacar,
una tomando mate, que es lo que hago casi siempre y otra comiendo asado, quizás
a las chicas les guste comer asado, pero la foto aparentemente no garpaba según
la ideología de grandes pensadores virtuales,
Porque son eso, piensan,
analizan la situación de dicha aplicación, son pensadores, matemáticos, parece
que el amor en tiempos virtuales se transformara en algoritmo, en algo más
científico que pasional, pero claro cómo le ponemos pasión a algo tan inerte.
Recuerdo hace poco una nota
publicada en esos diarios amarillistas y chimenteros, decía el 80 por ciento de
las mujeres buscaba profesionales en dichas aplicaciones, como si un título
cambiara al amor, como si un vendedor amara menos que un abogado, Pero es así,
el amor virtual es así, el escenario perfecto para dicha imperfección
Después nos volvemos locos buscando y
publicando frases de amor, artistas, pensadores, rockeros y hasta algún romanticón,
que pueda servir para perfeccionar este
perfil.
cuando era niño juntaba las monedas de mi
almuerzo para regalarle un alfajor a esa chica que me tenía loco, escribía
cartas y se las dejaba en el banco, no era un buen escritor y mi letra quizás
no era la mas indicada, pero lo hacia igual y no me importaba, no existía otra
forma para demostrar que me gustaba, quizás hoy podría poner una foto y si me
das un me gusta firmaría tu face, pero entonces eso perdería el nerviosismo de
que me mire, o ese misterio de tratar de
descubrir quién era el de la cartita, no me pregunten el porqué, pero no le
ponía nombre.
Hoy el amor virtual se vive de otra
manera quizás más práctica, más precisa. No lo sé, quizás en estos tiempo se
vive el amor más rápido, más veloz uno se enamora de un producto exhibido y
cuando le llega a la casa no era el modelo que nos vendieron, porque pasa muy
seguido, es como comprar amor por esprayet.
La juguera no era tan juguera y el ejecitador súper 4000 nuca me dejo las abdominales del
muchacho de la propaganda, en el amor virtual pasa lo mismo, la mujer que vi no
era lo que la vidriera decía y el hombre al final solo tomaba mate y comía
asado, aunque se vendió como el gran aventurero.
En tiempos de amor virtual el
teclado es el mejor aliado y las aplicaciones fotográficas son nuestra mejor
herramienta de venta, en un tiempo donde las arrugas, los años y el estrés se pueden
borrar fácilmente, pregonamos el amor
como algo hermoso, tan intangible, tan abstracto y casi diría como utópico y
luego hacer lo contrario a lo publicado, para luego elegir nuestro próximo amor
con el celular.
Pero sepámoslo,
la vida nos crea arrugas, y nos causa stress, ama con eso, ama comiendo asado y
tomando mate, ama regalando un alfajor y no con un click, porque compramos un
mundo de colores fantasiosos, donde todo es aventura y una vida mágica y
terminamos olvidándonos que el amor es simple, enamórate de una mirada, de una
sonrisa, de un gesto y no de una vidriera o un producto, solo enamórate de la
realidad.
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